El desierto líbico y los cinco oasis de Egipto

Agosto, 2023 —  Dedicamos siete días a explorar el desierto y los cinco oasis del oeste de Egipto de la mano de Osama y su agencia de safaris en el desierto Egypt Desert Tours. La poca información disponible sobre estos destinos y la cercanía con la frontera de Libia hacen de este un viaje muy único, en el que, a excepción de puntos de interés contados contados, como el Desierto Blanco o el Oasis de Siwa, que comienza a popularizarse ahora, apenas nos cruzamos a ningún turista. En algunos de estos puntos, además, la policía escolta a todos los coches de turistas que entran en el territorio. Sin embargo, es esta parte del viaje que pronto se convierte en mi preferida, la más auténtica y la que mejor me ayuda a conocer y conectar con la población del Egipto actual y a ahondar en su cultura y religión. 

Desierto Negro, Egipto

Itinerario y hoteles

Día 1 

Trayecto de Luxor al oasis de Al Kharga, donde visitamos el Templo de Ibis y las Ruinas de BagawatTrayecto de Al Kharga al Oasis de Daklha. Dormimos en Al Taref Eco Lodge. 

Día 2 

Visita del pueblo de Al Qasr. Safari en el Desierto Blanco y noche bajo las estrellas en el desierto.

Día 3 

Mañana en el Desierto Blanco donde visitamos la Montaña de Cristal. Trayecto hacia el Oasis de Bahariya con dos paradas, una en El Heiz donde nos damos un baño en un alberca de aguas termales y otra en el Desierto Negro donde hacemos una ruta de unos 45 minutos. Parada para comer en el Stars Camp en Bahariya. Tarde en el Oasis de Bahariya, donde visitamos el Salt Lake y los palmerales. Vemos el atardecer en la Montaña Inglesa. Hacemos noche en el Tzila Eco Lodge de Bahariya.

Día 4

Trayecto de Bahariya a Siwa. Llegada justo para ver las últimas luces sobre la Fortaleza de Shali. Hacemos noche en el Hotel Qasr El Salam.

Desierto Negro, Egipto

Itinerario y hoteles

Día 1

Trayecto de Luxor al oasis de Al Kharga, donde visitamos el Templo de Ibis y las Ruinas de BagawatTrayecto de Al Kharga al Oasis de Daklha. Dormimos en Al Taref Eco Lodge.

Día 2

Visita del pueblo de Al Qasr

Safari en el Desierto Blanco y noche bajo las estrellas en el desierto.

Día 3

Mañana en el Desierto Blanco donde visitamos la Montaña de Cristal.

 

Desierto Negro, Egipto

Trayecto hacia el Oasis de Bahariya con dos paradas, una en El Heiz donde nos damos un baño en un alberca de aguas termales y otra en el Desierto Negro donde hacemos una ruta de unos 45 minutos.

Parada para comer en el Stars Camp en Bahariya.

Tarde en el Oasis de Bahariya, donde visitamos el Salt Lake y los palmerales. Vemos el atardecer en la Montaña Inglesa. Hacemos noche en el Tzila Eco Lodge de Bahariya.

Día 4

Trayecto de Bahariya a Siwa. Llegada justo para ver las últimas luces sobre la Fortaleza de Shali. Hacemos noche en el Hotel Qasr El Salam.

Día 5

Visita de los siguientes puntos del Oasis de Siwa: la Fortaleza de Shali, la Montaña de los Muertos (Gebel Al Mawta), el Templo del Oráculo y el Hotel Amellal. Vemos el atardecer en Fatnis Island y disfrutamos de una noche de lluvia de estrellas a la entrada del Sahara.

Día 6

Visita de los siguientes puntos del Oasis de Siwa: los Lagos de Sal y la piscina de Cleopatra. Por la tarde hacemos un safari en el Gran Mar de Dunas. Vemos el atardecer sobre las dunas.

Día 7 

Trayecto de Siwa a Giza, con llegada a tiempo para ver el atardecer frente a las Pirámides.

Día 5

Visita de los siguientes puntos del Oasis de Siwa: la Fortaleza de Shali, la Montaña de los Muertos (Gebel Al Mawta), el Templo del Oráculo y el Hotel Amellal. Vemos el atardecer en Fatnis Island y disfrutamos de una noche de lluvia de estrellas a la entrada del Sahara.

Día 6

Visita de los siguientes puntos del Oasis de Siwa: los Lagos de Sal y la piscina de Cleopatra. Por la tarde hacemos un safari en el Gran Mar de Dunas. Vemos el atardecer sobre las dunas.

Día 7 

Trayecto de Siwa a Giza, con llegada a tiempo para ver el atardecer frente a las Pirámides.

Viaje a los desiertos de Egipto, por libre

Cómo organizar una ruta a los oasis y desiertos del Oeste de Egipto

El oeste de Egipto es una extensión de desiertos vastos y deshabitados, salpicado por cinco puntos donde las aguas subterráneas dan vida a exuberantes oasis. En estas tierras áridas, se traza la frontera entre Egipto y Libia, convirtiendo esta zona en un enclave altamente militarizado, repleto de puntos de control y con muchas carreteras vedadas para los forasteros. Por tal motivo, descartamos la opción de alquilar un automóvil y aventurarnos de forma independiente. Además, según nuestras averiguaciones, recorrer todos los oasis en el transporte público egipcio tampoco era factible; solo el trayecto a Siwa ofrecía esta opción. En efecto, existe un autobús nocturno que cubre la distancia entre El Cairo y Siwa a un precio muy asequible. Por lo que vi en internet los billetes se pueden comprar online. Sin embargo, debo mencionar que no cuento con referencias de primera mano sobre esta información.

 

En nuestro caso, teníamos claros ciertos aspectos que marcaron el eje conductor de nuestro viaje: queríamos explorar los cinco oasis con inicio en Luxor y fin en Giza, pernoctando bajo las estrellas del Desierto Blanco. Por este motivo acompañado de unas predicciones climáticas de jornadas con temperaturas superiores a los 43ºC decidimos buscar una opción de transporte y guía organizado con una empresa local. Tras investigar a fondo, contactar con al menos una decena de proveedores y sopesar precios e itinerarios, optamos por viajar con Osama de Egypt Desert Tours, a quien contactamos a través de Instagram, una elección de la que nos sentimos profundamente agradecidos. Los siete días junto a Osama y su equipo fueron, sin lugar a dudas, la parte destacada de nuestro viaje a Egipto y, con el paso del tiempo, consideramos que habría sido beneficioso dedicar aún más tiempo a esta travesía, restando de ser necesario algunos días a la estadía en el Mar Rojo.

 

Egypt Desert Tours

Egypt Desert Tours

Osama fue el anfitrión perfecto, un apasionado experto en la cultura autóctona, la suya, de los oasis y desiertos. A lo largo de todas nuestras interacciones, se mostró sumamente flexible, adaptando el viaje a nuestras preferencias y creando una experiencia que sentimos más como una aventura con un amigo que como un tour guiado.

 

Además de organizar nuestro viaje y acompañarnos en todas sus etapas, Osama reclutó a los mejores para hacer de esta una experiencia verdaderamente única. Especialistas en historia egipcia, expertos en el Desierto Blanco y hábiles conductores nos acompañaron en la aventura. Todo el equipo demostró ser excepcional, auténticos profesionales. Pero lo que es más, Osama demostró ser mucho más que un guía. En la semana que pasamos juntos, nos reveló el auténtico Egipto, tratándonos como si fuéramos parte de su familia y haciéndonos partir con la sensación de que lo extrañaremos.

 

Egypt Desert Tours
Egypt Desert Tours

Egypt Desert Tours

Osama fue el anfitrión perfecto, un apasionado experto en la cultura autóctona, la suya, de los oasis y desiertos. A lo largo de todas nuestras interacciones, se mostró sumamente flexible, adaptando el viaje a nuestras preferencias y creando una experiencia que sentimos más como una aventura con un amigo que como un tour guiado.

 

 

 

Egypt Desert Tours

Además de organizar nuestro viaje y acompañarnos en todas sus etapas, Osama reclutó a los mejores para hacer de esta una experiencia verdaderamente única. Especialistas en historia egipcia, expertos en el Desierto Blanco y hábiles conductores nos acompañaron en la aventura. Todo el equipo demostró ser excepcional, auténticos profesionales. Pero lo que es más, Osama demostró ser mucho más que un guía. En la semana que pasamos juntos, nos reveló el auténtico Egipto, tratándonos como si fuéramos parte de su familia y haciéndonos partir con la sensación de que lo extrañaremos.

Desierto Blanco, Egipto

El tour de Egypt Desert Tours ofrece un paquete completo: transporte, guía, comidas y alojamiento, y considero crucial destacar que Osama no escatimó en ningún aspecto. Se encargó de llevarnos a excelentes restaurantes (a excepción de aquellos días en que decidimos hacer picnics por encontrarnos en carretera) y los alojamientos fueron de primera. En ningún momento tuvimos la impresión de que estuviera ahorrando, sino que parecía estar completamente enfocado en asegurarse de que disfrutáramos al máximo de la experiencia. 

 

Utilizamos diversos vehículos durante el viaje. Para las expediciones en el desierto, optamos por vehículos 4×4. Para los traslados entre ciudades, contamos con una minivan moderna que nos llevó de Luxor a Al Kharga, así como un coche para el trayecto de Bahariya a Siwa y de regreso a Giza. En general, los vehículos eran de buena calidad, cómodos y todos disponían de aire acondicionado, algo indispensable dadas las elevadas temperaturas del desierto.

Desierto Blanco en Egipto

¿Es el viaje a los desiertos egipcios seguro?

Esta era una de las grandes incógnitas que teníamos al preparar el viaje a los desiertos del Oeste de Egipto. Las medidas de seguridad, las carreteras restringidas para turistas y el trágico incidente de 2013, donde el ejército egipcio confundió a un grupo de mexicanos con contrabandistas, no generaban precisamente confianza. Sin embargo, reconozco no haber experimentado ninguna sensación de inseguridad, excepto aquella noche en la que nos topamos con un escorpión en el baño del hotel, justo antes de un corte de electricidad. Porque sí, este es un tema que no he comentado aún, pero durante nuestro viaje en Egipto, el gobierno implementaba cortes programados de electricidad debido a la crisis energética del país. En cuanto al escorpión, tuvimos la fortuna de que el personal del hotel llegara a tiempo para retirarlo.

Desierto Blanco - vertical - coche

Es importante señalar que actualmente, el gobierno de la región “Governorate of the New Valley” en el sur, a la que se accede desde Luxor, prohíbe pernoctar en el Desierto Blanco por razones de seguridad. Múltiples puntos de control en la ruta desde Luxor hasta los cinco oasis permiten a la policía supervisar el itinerario de los turistas. Además, es común que asignen un coche de policía como escolta durante la visita a los oasis. Nosotros fuimos acompañados por un vehículo con alrededor de seis agentes desde el punto de control cerca de Gurmashin hasta las proximidades del Desierto Blanco, donde también nos prohibieron quedarnos. Esta situación resulta un tanto contradictoria, ya que aunque la región de New Valley prohíbe dormir en el desierto, el gobierno de Bahariya no impone restricciones. Por este motivo, si hubiéramos realizado la excursión desde El Cairo hacia Luxor, en lugar del sentido inverso como hicimos nosotros, es probable que ni siquiera habríamos tenido conocimiento de la prohibición de acampar bajo las estrellas, una restricción que, en nuestro caso, decidimos ignorar.

 

Esta era una de las grandes incógnitas que teníamos al preparar el viaje a los desiertos del Oeste de Egipto. Las medidas de seguridad, las carreteras restringidas para turistas y el trágico incidente de 2013, donde el ejército egipcio confundió a un grupo de mexicanos con contrabandistas, no generaban precisamente confianza. Sin embargo, reconozco no haber experimentado ninguna sensación de inseguridad, excepto aquella noche en la que nos topamos con un escorpión en el baño del hotel, justo antes de un corte de electricidad. Porque sí, este es un tema que no he comentado aún, pero durante nuestro viaje en Egipto, el gobierno implementaba cortes programados de electricidad debido a la crisis energética del país. En cuanto al escorpión, tuvimos la fortuna de que el personal del hotel llegara a tiempo para retirarlo.

 

Es importante señalar que actualmente, el gobierno de la región “Governorate of the New Valley” en el sur, a la que se accede desde Luxor, prohíbe pernoctar en el Desierto Blanco por razones de seguridad. Múltiples puntos de control en la ruta desde Luxor hasta los cinco oasis permiten a la policía supervisar el itinerario de los turistas. Además, es común que asignen un coche de policía como escolta durante la visita a los oasis. Nosotros fuimos acompañados por un vehículo con alrededor de seis agentes desde el punto de control cerca de Gurmashin hasta las proximidades del Desierto Blanco, donde también nos prohibieron quedarnos. Esta situación resulta un tanto contradictoria, ya que aunque la región de New Valley prohíbe dormir en el desierto, el gobierno de Bahariya no impone restricciones. Por este motivo, si hubiéramos realizado la excursión desde El Cairo hacia Luxor, en lugar del sentido inverso como hicimos nosotros, es probable que ni siquiera habríamos tenido conocimiento de la prohibición de acampar bajo las estrellas, una restricción que, en nuestro caso, decidimos ignorar.

 

Alojamiento

La arquitectura original de los oasis egipcios, creada con adobe y materiales naturales de la región, como lo son la sal y la madera de palma, da lugar a edificaciones de una belleza excepcionalMi sugerencia es optar, en la medida de lo posible, por alojamientos que sigan esta línea de construcción, 

La arquitectura original de los oasis egipcios, creada con adobe y materiales naturales de la región, como lo son la sal y la madera de palma, da lugar a edificaciones de una belleza excepcionalMi sugerencia es optar, en la medida de lo posible, por alojamientos que sigan esta línea de construcción, puesto que contribuyen a la sensación de calma y tranquilidad de vida en el desierto. Todos los recomendados en la sección de itinerario cumplen con este requisito y los recomiendo todos. Asimismo, considero esencial contar con aire acondicionado, especialmente durante los meses de verano. Nos ocurrió que en Siwa, donde habíamos reservado en el Albabenshal Lodge, que considerábamos, con diferencia, uno de los hoteles más encantadores y auténticos de todo el viaje, nos resultó imposible hacer noche pues el calor intenso de los abrasadores días de agosto era difícil de mitigar con un simple ventilador. Tuvimos suerte y gracias a la intervención de Osama pudimos cambiar de alojamiento en el último momento y dormir en el ya mencionado Qasr El Salem Hotel

Al Taref, oasis de Al Kharga, Egipto

puesto que contribuyen a la sensación de calma y tranquilidad de vida en el desierto. Todos los recomendados en la sección de itinerario cumplen con este requisito y los recomiendo todos. Asimismo, considero esencial contar con aire acondicionado, especialmente durante los meses de verano. Nos ocurrió que en Siwa, donde habíamos reservado en el Albabenshal Lodge, que considerábamos, con diferencia, uno de los hoteles más encantadores y auténticos de todo el viaje, nos resultó imposible hacer noche pues el calor intenso de los abrasadores días de agosto era difícil de mitigar con un simple ventilador. Tuvimos suerte y gracias a la intervención de Osama pudimos cambiar de alojamiento en el último momento y dormir en el ya mencionado Qasr El Salem Hotel

Al Taref, oasis de Al Kharga, Egipto

¿Qué visitar en la ruta por los Desiertos del Oeste de Egipto y sus Oasis?

Primer Día. Oasis de Al Kharga y Templo de Ibis y Bagawat.

Ruinas del cementerio de Bagawat

Tras pasar nuestra primera semana en Egipto recorriendo los tesoros del Nilo, llega el momento de iniciar la segunda parte del viaje: los desiertos líbicos y sus oasis. Partimos de Luxor alrededor de las siete de la mañana, listos para esta nueva parte de la ruta, y llegamos a Al Kharga alrededor del mediodía, tras haber pasado dos puntos de control y con un coche de policías haciéndonos de escolta


En el oasis de Al Kharga realizamos las dos primeras visitas del viaje: el Templo de Ibis y el cementerio de Bagawat de la mano del egiptólogo Mohammed Hassan, un auténtico erudito de la historia del Antiguo Egipto a quien Osama ha contratado para que nos acompañe y cuyas explicaciones mejoran con creces la experiencia de estas visitas. Ambos lugares carecen de la magnificencia de los monumentos del Nilo, y de no contar con un guía tan instruido como Mohammed Hassan, hubiesen supuesto probablemente una visita prescindible. Explorar estos sitios a través de sus ojos y compartir su conocimiento los convirtió en auténticas maravillas. Con él, cada piedra cobraba vida con su propia historia.

 
Llegamos al Al Taref Eco Lodge poco antes del atardecer, lo que nos permitió disfrutar de un hermoso paseo entre los palmerales cercanos y relajarnos en la piscina.
Ruinas del cementerio de Bagawat

Tras pasar nuestra primera semana en Egipto recorriendo los tesoros del Nilo, llega el momento de iniciar la segunda parte del viaje: los desiertos líbicos y sus oasis. Partimos de Luxor alrededor de las siete de la mañana, listos para esta nueva parte de la ruta, y llegamos a Al Kharga alrededor del mediodía, tras haber pasado dos puntos de control y con un coche de policías haciéndonos de escolta.

 

En el oasis de Al Kharga realizamos las dos primeras visitas del viaje: el Templo de Ibis y el cementerio de Bagawat de la mano del egiptólogo Mohammed Hassan.

Hassan es un auténtico erudito de la historia del Antiguo Egipto a quien Osama ha contratado para que nos acompañe y cuyas explicaciones mejoran con creces la experiencia de estas visitas. Ambos lugares carecen de la magnificencia de los monumentos del Nilo, y de no contar con un guía tan instruido como Mohammed Hassan, hubiesen supuesto probablemente una visita prescindible. Explorar estos sitios a través de sus ojos y compartir su conocimiento los convirtió en auténticas maravillas. Con él, cada piedra cobraba vida con su propia historia.

 
Llegamos al Al Taref Eco Lodge poco antes del atardecer, lo que nos permitió disfrutar de un hermoso paseo entre los palmerales cercanos y relajarnos en la piscina. El lodge es una auténtica maravilla, con amplias y encantadoras construcciones, y su ubicación en el corazón del Oasis de Daklha nos brinda la oportunidad de disfrutar de este asombroso entorno desde la comodidad del hotel. Como ha sido la tónica en este viaje, una vez más nos encontramos completamente solos.

El lodge ecológico es una auténtica maravilla, con amplias y encantadoras construcciones, y su ubicación en el corazón del Oasis de Daklha nos brinda la oportunidad de disfrutar de este asombroso entorno desde la comodidad del hotel. Como ha sido la tónica en este viaje, una vez más nos encontramos completamente solos.

Al Taref En el Oasis de Daklha

Segundo día. Visita de Al Qasr y dormir bajo las estrellas en el Desierto Blanco

Durante nuestra segunda mañana de ruta hacemos un paseo guiado por el pueblo de Al Qasr donde visitamos la madrasa, la casa del juez, el molino de grano y el prensador de aceite, el lugar de trabajo del herrero y la mezquita, entre otros. Apenas son las diez y media y el calor aprieta, pero el entramado de calles del pueblo fomenta la creación de corrientes de aire fresco. El pueblo es una maravilla y merece la pena visitarlo de forma guiada puesto que el guía tiene acceso a edificios y estancias que de otra forma permanecen cerradas al viajero.

Al Qasr, ruta por los oasis del oeste de Egipto

Llegamos al Desierto Blanco alrededor de la una de la tarde. Este desierto se divide en dos partes, separadas por una carretera de acceso. Al este, se encuentran las formaciones rocosas más reconocidas, como el camello, el champiñón y el pollo, además de la cobra. Es una zona de desierto rocoso blanco, donde la arena está cubierta por piedras blancas y emergen bloques de piedra sedimentaria de arenisca blanca. 


Normalmente, la zona oeste está reservada para quienes pasan dos noches en el desierto. No obstante, Osama combinó ambas visitas en un mismo día, llevándonos a un hermoso lugar en la zona oeste para disfrutar del atardecer y pasar la noche. A diferencia de las formaciones en la zona este, que parecen grandes rocas dispersas en una superficie mayormente plana, la topografía en la zona oeste es mucho más impresionante, con grandes colinas y valles, donde encontramos numerosos bloques de arenisca blanca. “Es mi lugar favorito del desierto, de Egipto y del mundo”, nos explicó Osama.


Después de un hermoso atardecer, nos reunimos alrededor de una hoguera, disfrutamos de una cena de barbacoa y contemplamos un cielo estrellado increíble, donde pudimos presenciar las primeras estrellas fugaces de la temporada.

Desierto blanco de noche, Egipto

Dormir en una jaima abierta bajo las estrellas en el Desierto Blanco se convirtió inmediatamente en la experiencia más destacada de nuestro viaje a Egipto. En la madrugada, escuchamos a Osama y a Rada, quien también forma parte de Egypt Desert Tours y nos acompaña en esta parte de la ruta, despertar para realizar la primera oración del día en un momento cargado de belleza. La serenidad de la noche bajo el inmenso cielo estrellado y la Vía Láctea, las estrellas fugaces surcando el cielo, el crepitar del fuego y, en esencia, la soledad entre las formaciones rocosas blancas, remanentes del mar que cubrió este lugar millones de años atrás, constituyen una experiencia única que no te querrás perder. 

Desierto blanco de noche, Egipto
Desierto blanco de noche, Egipto

Dormir en una jaima abierta bajo las estrellas en el Desierto Blanco se convirtió inmediatamente en la experiencia más destacada de nuestro viaje a Egipto. En la madrugada, escuchamos a Osama y a Rada, quien también forma parte de Egypt Desert Tours y nos acompaña en esta parte de la ruta, despertar para realizar la primera oración del día en un momento cargado de belleza. La serenidad de la noche bajo el inmenso cielo estrellado y la Vía Láctea, las estrellas fugaces surcando el cielo, el crepitar del fuego y, en esencia, la soledad entre las formaciones rocosas blancas, remanentes del mar que cubrió este lugar millones de años atrás, constituyen una experiencia única que no te querrás perder. 

Tercer Día. Mañana en La Montaña de Cristal, El Heiz y el Desierto Negro

Desierto negro, Egipto

A la mañana siguiente, un zorrillo del desierto, sediento, se acerca a visitarnos. Aunque se le nota temeroso, permanece un buen rato haciéndonos compañía. Mientras Osama y Rada desmontan el campamento, dedicamos la mañana al sandboarding en las dunas con una tabla de snow.

Panorámica en el Desierto Blanco, Egipto

Una vez levantado el campamento, reiniciamos la ruta con tres paradas programadas para la mañana. La primera es en la Montaña de Cristal, en el Desierto Blanco, un conjunto de formaciones minerales de varios metros de altura de gran interés geológico. En segundo lugar, hacemos una parada en El Heiz, uno de los pueblos del Oasis de Bahariya, situado entre dunas y palmerales, para disfrutar de un refrescante baño en una alberca. El agua, rica en azufre y hierro, proviene de una de las múltiples fuentes naturales de la región. Es importante mencionar que estos baños son muy refrescantes, pero pueden manchar la ropa de baño de color claro debido al alto contenido de hierro.

 

Después de este revitalizante baño, continuamos en dirección al Desierto Negro, que, aunque menos imponente que el blanco, merece la visita. Es intrigante cómo ambos desiertos, tan diferentes, se encuentran a pocos kilómetros de distancia entre sí. El Desierto Negro consta de una serie de colinas de origen volcánico sobre una llanura. Paramos el todoterreno en la base de una de estas montañas y ascendemos a pie. En tan solo un cuarto de hora, disfrutamos de una hermosa vista panorámica del lugar. A pesar de ser las horas centrales del día, el viento alivia el calor del desierto.

Desierto negro, Egipto

A la mañana siguiente, un zorrillo del desierto, sediento, se acerca a visitarnos. Aunque se le nota temeroso, permanece un buen rato haciéndonos compañía. Mientras Osama y Rada desmontan el campamento, dedicamos la mañana al sandboarding en las dunas con una tabla de snow.

 

Una vez levantado el campamento, reiniciamos la ruta con tres paradas programadas para la mañana. La primera es en la Montaña de Cristal, en el Desierto Blanco, un conjunto de formaciones minerales de varios metros de altura de gran interés geológico. En segundo lugar, hacemos una parada en El Heiz, uno de los pueblos del Oasis de Bahariya, situado entre dunas y palmerales, para disfrutar de un refrescante baño en una alberca. El agua, rica en azufre y hierro, proviene de una de las múltiples fuentes naturales de la región. Es importante mencionar que estos baños son muy refrescantes, pero pueden manchar la ropa de baño de color claro debido al alto contenido de hierro.

 

Después de este revitalizante baño, continuamos en dirección al Desierto Negro, que, aunque menos imponente que el blanco, merece la visita. Es intrigante cómo ambos desiertos, tan diferentes, se encuentran a pocos kilómetros de distancia entre sí. El Desierto Negro consta de una serie de colinas de origen volcánico sobre una llanura. Paramos el todoterreno en la base de una de estas montañas y ascendemos a pie. En tan solo un cuarto de hora, disfrutamos de una hermosa vista panorámica del lugar. A pesar de ser las horas centrales del día, el viento alivia el calor del desierto.

Desierto negro, Egipto

A la mañana siguiente, un zorrillo del desierto, sediento, se acerca a visitarnos. Aunque se le nota temeroso, permanece un buen rato haciéndonos compañía. Mientras Osama y Rada desmontan el campamento, dedicamos la mañana al sandboarding en las dunas con una tabla de snow.


Una vez levantado el campamento, reiniciamos la ruta con tres paradas programadas para la mañana. La primera es en la Montaña de Cristal, en el Desierto Blanco, un conjunto de formaciones minerales de varios metros de altura de gran interés geológico. En segundo lugar, hacemos una parada en El Heiz, uno de los pueblos del Oasis de Bahariya.


El Heiz está situado entre dunas y palmerales, y nos permite disfrutar de un refrescante baño en una alberca. El agua, rica en azufre y hierro, proviene de una de las múltiples fuentes naturales de la región. Es importante mencionar que estos baños son muy refrescantes, pero pueden manchar la ropa de baño de color claro debido al alto contenido de hierro.


Después de este revitalizante baño, continuamos en dirección al Desierto Negro, que, aunque menos imponente que el blanco, merece la visita. Es intrigante cómo ambos desiertos, tan diferentes, se encuentran a pocos kilómetros de distancia entre sí. El Desierto Negro consta de una serie de colinas de origen volcánico sobre una llanura. Paramos el todoterreno en la base de una de estas montañas y ascendemos a pie. En tan solo un cuarto de hora, disfrutamos de una hermosa vista panorámica del lugar. A pesar de ser las horas centrales del día, el viento alivia el calor del desierto.

Desierto Blanco

Tercer Día. Tarde en Bahariya Oasis

Después de nuestra breve caminata, regresamos al coche y nos dirigimos a la siguiente parada: un restaurante llamado  Stars Camp, situado en la entrada de Bahariya. La sensación de hambre es palpable y somos afortunados de encontrar un festín delicioso. La gastronomía de los oasis se centra en pan de pita, ensaladas de pepino y tomate, pasta de frijoles para rellenar el pan, berenjenas al horno, una crema de tomate, pepino y queso feta, queso del caserío (sorprendentemente común aquí) y queso muy curado con un sabor semiagrio en lonchas. Disfrutamos de nuestra comida en una jaima abierta con vistas al jardín; un espacio bellamente decorado con plantas, atrapasueños y lámparas de calabaza. Además de ser un restaurante, el lugar cuenta con un hotel. Durante nuestra visita estaban construyendo una piscina.

 

Luego, nos deleitamos con una tarde de entretenimiento local al visitar el Lago de Bahariya, creado artificialmente con el excedente de agua de la irrigación, y disfrutamos de la puesta de sol sobre la Montaña Inglesa. Esta pequeña colina adquirió su nombre por haber sido utilizada como punto de observación por los ingleses durante la Segunda Guerra Mundial. Desde aquí, se pueden apreciar vistas panorámicas de varios pueblos del oasis, incluida la capital, Bawiti.

 

El trayecto hacia el lago y la Montaña Inglesa nos brinda hermosas escenas de la vida rural en el oasis. Nos desplazamos por estrechas carreteras flanqueadas por palmerales y vemos tuc-tucs, motocicletas y burros conducidos principalmente por hombres y jóvenes vestidos con túnicas y turbantes. Ocasionalmente, divisamos a mujeres con niqab y a niños jugando.

 

De regreso al hotel, atravesamos Bawiti y notamos una animación en las calles que no habíamos visto en ningún otro lugar, especialmente durante el día. Osama nos explica que las tiendas permanecen abiertas hasta altas horas de la madrugada, siendo este el momento de mayor afluencia de transeúntes, una vez que el sol se ha puesto y la frescura de la noche llena las calles. 

 

Hacemos noche en el hermoso Tzila Eco Lodge del Oasis de Bahariya.

Después de nuestra breve caminata, regresamos al coche y nos dirigimos a la siguiente parada: un restaurante llamado  Stars Camp, situado en la entrada de Bahariya. La sensación de hambre es palpable y somos afortunados de encontrar un festín delicioso. La gastronomía de los oasis se centra en pan de pita, ensaladas de pepino y tomate, pasta de frijoles para rellenar el pan, berenjenas al horno, una crema de tomate, pepino y queso feta, queso del caserío (sorprendentemente común aquí) y queso muy curado con un sabor semiagrio en lonchas. Disfrutamos de nuestra comida en una jaima abierta con vistas al jardín; un espacio bellamente decorado con plantas, atrapasueños y lámparas de calabaza. Además de ser un restaurante, el lugar cuenta con un hotel. Durante nuestra visita estaban construyendo una piscina.

 

Luego, nos deleitamos con una tarde de entretenimiento local al visitar el Lago de Bahariya, creado artificialmente con el excedente de agua de la irrigación, y disfrutamos de la puesta de sol sobre la Montaña Inglesa. Esta pequeña colina adquirió su nombre por haber sido utilizada como punto de observación por los ingleses durante la Segunda Guerra Mundial. Desde aquí, se pueden apreciar vistas panorámicas de varios pueblos del oasis, incluida la capital, Bawiti.

Lago de Sal en en Oasis de Bahariya

El trayecto hacia el lago y la Montaña Inglesa nos brinda hermosas escenas de la vida rural en el oasis. Nos desplazamos por estrechas carreteras flanqueadas por palmerales y vemos tuc-tucs, motocicletas y burros conducidos principalmente por hombres y jóvenes vestidos con túnicas y turbantes. Ocasionalmente, divisamos a mujeres con niqab y a niños jugando.

 

De regreso al hotel, atravesamos Bawiti y notamos una animación en las calles que no habíamos visto en ningún otro lugar, especialmente durante el día. Osama nos explica que las tiendas permanecen abiertas hasta altas horas de la madrugada, siendo este el momento de mayor afluencia de transeúntes, una vez que el sol se ha puesto y la frescura de la noche llena las calles. 

 

Hacemos noche en el hermoso Tzila Eco Lodge del Oasis de Bahariya.

Desierto Blanco

Cuarto, quinto, sexto y séptimo días de ruta. Siwa Oasis

Emprender el camino de Bahariya a Siwa y la vuelta de Siwa a Giza requiere de dos jornadas completas de viaje. Si bien existe una carretera que comunica Bahariya con Siwa a través del desierto en apenas cinco horas, esta carretera se encuentra prohibida para los extranjeros, motivo que obliga a estos a tomar la carretera de Bahariya a Marsa Matruh, y de allí la que comunica con Siwa, un trayecto que en total dura alrededor de 12 horas. La visita de Siwa, sin embargo, bien merece la pena. 

Dedicamos dos días completos a la visita del Oasis de Siwa, donde visitamos la Fortaleza de Shali, la Montaña de los Muertos, el Templo del Oráculo, el impresionante hotel Amellal, los Lagos de Sal, la piscina de Cleopatra y la Isla de Fatnis donde disfrutamos de un precioso atardecer. 

 

Asimismo, realizamos un safari en el Gran Mar de Dunas de Siwa donde visitamos el pequeño Oasis de Bir Wahed. La variedad y belleza de los lugares que visitamos aquí merece su propia sección de esta guía que puedes leer aquí.

Oasis Egipto
Oasis Egipto

Dedicamos dos días completos a la visita del Oasis de Siwa, donde visitamos la Fortaleza de Shali, la Montaña de los Muertos, el Templo del Oráculo, el impresionante hotel Amellal, los Lagos de Sal, la piscina de Cleopatra y la Isla de Fatnis donde disfrutamos de un precioso atardecer. 


Asimismo, realizamos un safari en el Gran Mar de Dunas de Siwa donde visitamos el pequeño Oasis de Bir Wahed. La variedad y belleza de los lugares que visitamos aquí merece su propia sección de esta guía que puedes leer aquí.

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Pasamos por pueblos muy rurales; las calles sin asfaltar están pobladas de tuc-tucs, burros transportando pasto y conducidos por personas de todas las edades, muchos de ellos niños de temprana edad, y en general hombres que caminan o van en motocicleta con sendos turbantes y chilabas. Apenas se ven mujeres y las que están tienden a estar completamente cubiertas con el niqab, dejando tan solo la mirada al descubierto.

Mi cuaderno de viaje