Viajar a Tabuk (NEOM)

En este artículo te cuento cómo organizamos un viaje de dos días para explorar algunos de los rincones más impresionantes de Tabuk, entre desiertos intactos, oasis escondidos y noches estrelladas imposibles de olvidar.

Abril 2025 —  Cuando pensamos en Arabia Saudí, solemos imaginar desiertos de arena, ciudades islámicas sagradas y una cultura aún muy cerrada al turismo. Pero en el noroeste del país, escondido entre montañas rojas y mares turquesa, late uno de los territorios más fascinantes y desconocidos de la península: TabukY es aquí, en esta tierra aún virgen, donde está tomando forma NEOM, el megaproyecto futurista del que todo el mundo empieza a hablar. 

Al Disah

Wadi Dissah

¿Por qué viajar a Tabuk, y qué es NEOM?

Hay rincones en el mundo que, pese a su belleza salvaje, aún permanecen casi intactos al turismo. Tabuk es uno de ellos. Una región vasta, sorprendente y tan virgen que, durante los días que pasamos allí, apenas nos cruzamos con otros viajeros: solo tres europeos y una australiana, quienes también habían confiado en Tabuk Tours para explorar este remoto rincón del país y compartieron con nosotros una noche en el campamento del desierto de Hisma.

 

Sin embargo, poco a poco, el nombre de esta región empieza a colarse en medios de comunicación y conversaciones de viajeros, impulsado por el eco de un proyecto que promete transformar la región por completo: NEOM. NEOM es uno de los proyectos más ambiciosos y futuristas del mundo actual. Imagina crear, desde la nada y en plena arena del desierto, cinco proyectos arquitectónicos revolucionarios que combinan tecnología, sostenibilidad,  lujo y un urbanismo nunca antes visto. The Line, una ciudad lineal de 170 kilómetros sin coches ni emisiones; Oxagon, una puerto flotante sobre el Mar Rojo; Trojena, una estación de esquí al aire libre en la zona montañosa del desierto; Sindalah, una isla privada enfocada al turismo de superlujo; y Magna, una franja de 120 kilómetros de costa virgen en el Mar Rojo que planean llenar de resorts, en principio, responsables con el medio ambiente. Si estás pensando en viajar a esta región, te recomiendo que eches un vistazo a los vídeos promocionales de NEOM: te darán una idea del tamaño y la ambición del proyecto.

 

Pero, por ahora, NEOM sigue siendo un sueño en construcción. Mientras tanto, los tesoros de Tabuk siguen allí, intactos. Sus desiertos de paisajes espectaculares, sus cañones ocultos y sus cielos estrellados hacen de este lugar un destino que merece la pena descubrir ahora, antes de que la transformación sea inevitable.

¿Cómo recorrer la región de Tabuk?

Una de las grandes preguntas que nos surgió al organizar el viaje fue: ¿alquilamos un coche y exploramos por libre o buscamos una agencia local?

Nuestra situación era algo particular: cruzábamos la frontera desde Jordania (por el paso de Durra), y en Haql no encontrábamos compañías de alquiler que nos permitieran devolver el coche en Jeddah. Así que finalmente optamos por contratar una agencia… y, honestamente, la experiencia ha sido de lo más positiva. Moverse por esta región implica cruzar desiertos, reservas naturales, y zonas donde sencillamente no hay cobertura ni caminos claros. El viaje exige 4×4, experiencia en el terreno, y mucho conocimiento de lo que realmente merece la pena ver. Incluso nos cruzamos con una pareja de saudíes que viajaban por su cuenta en su 4×4 y terminaron uniéndose a nuestro guía tras darse cuenta de que, solos, iban a perderse buena parte de la experiencia.

Tabuk

Reserva Natural Badjah

Después de investigar bastante, nos decidimos por Tabuk Tours, y tuvimos el privilegio de viajar con Salem, su fundador. Beduino de nacimiento, Salem es de esas personas que te transmiten una pasión genuina por el desierto. Cada parada, cada historia, cada paisaje nos lo contaba y mostraba como si fuera su propio hogar (que en parte, lo es). Además, gracias a él no solo descubrimos el paisaje, sino que pudimos hablar largo y tendido sobre la cultura saudí, su vida diaria, y la transformación cultural que han vivido en los últimos años. Fue uno de esos viajes donde los trayectos y las conversaciones son casi tan importantes como los propios destinos.

Nuestra situación era algo particular: cruzábamos la frontera desde Jordania (por el paso de Durra), y en Haql no encontrábamos compañías de alquiler que nos permitieran devolver el coche en Jeddah. Así que finalmente optamos por contratar una agencia… y, honestamente, la experiencia ha sido de lo más positiva.

 

Moverse por esta región implica cruzar desiertos, reservas naturales, y zonas donde sencillamente no hay cobertura ni caminos claros. El viaje exige 4×4, experiencia en el terreno, y mucho conocimiento de lo que realmente merece la pena ver. Incluso nos cruzamos con una pareja de saudíes que viajaban por su cuenta en su 4×4 y terminaron uniéndose a nuestro guía tras darse cuenta de que, solos, iban a perderse buena parte de la experiencia.

 

Después de investigar bastante, nos decidimos por Tabuk Tours, y tuvimos el privilegio de viajar con Salem, su fundador. Beduino de nacimiento, Salem es de esas personas que te transmiten una pasión genuina por el desierto. Cada parada, cada historia, cada paisaje nos lo contaba y mostraba como si fuera su propio hogar (que en parte, lo es). Además, gracias a él no solo descubrimos el paisaje, sino que pudimos hablar largo y tendido sobre la cultura saudí, su vida diaria, y la transformación cultural que han vivido en los últimos años. Fue uno de esos viajes donde los trayectos y las conversaciones son casi tan importantes como los propios destinos.

 

Tabuk

Reserva Natural Badjah

En el desierto había encontrado una libertad; una vida desembarazada de posesiones, ya que todo lo que no era necesario era un estorbo. Había encontrado, también, una camaradería inherente a las circunstancias, y a la convicción de que la tranquilidad se encontraba allí. Había descubierto la satisfacción que viene de la dificultad y el placer que deriva de la abstinencia: el contento de un estómago saciado, la abundancia de la carne, el sabor del agua limpia, el éxtasis de rendierse cuando el ansia de dormir se convierte en un tormento, el calor de una hoguera en el frío del amanecer.
Arenas de Arabia, de Wilfred Thesiger

Itinerario

Día 1 — Hisma Desert y Reserva Natural de Badjah

Cruzamos la frontera jordana temprano, a las 7:30 de la mañana, y nos reunimos con Salem, fundador de Tabuk Tours, en Haql. Desde allí, pusimos rumbo al desierto de Hisma, apenas a una hora de distancia. Hisma es un desierto de enormes formaciones rocosas, cañones escondidos y que transmite una sensación de desconexión absoluta. Aquí no hay ni campamentos masificados ni huellas de otros 4×4, como sí ocurre en otros desiertos famosos de la región como Wadi Rum en Jordania. Es un desierto vivo: lleno de camellos y otros animales de la región.

 

Pasamos gran parte del día en la Reserva Natural de Badjah, una zona protegida donde pudimos ver oryx árabes, gacelas, y hasta un majestuoso íbid de Nubia. La reserva es un tesoro oculto y por explorar, con oasis que se esconden en cañones estrechos, y acantilados rojizos de gran belleza.


Después de un atardecer que difícilmente podré olvidar, nos dirigimos al campamento de Tabuk Tours. No exagero al decir que fue uno de los campamentos más cómodos en los que hemos estado: tiendas amplias y llenas de auténtico lujo en mitad del desierto. Y la noche… un cielo estrellado tan nítido que parecía que se podía tocar.

Reserva - gacelas

Reserva Natural Badjah

Día 2 — Wadi Dissah y acompada libre en las montañas

El segundo día nos dirigimos a Wadi Dissah, parando a medio camino en el Alshaq Canyon para disfrutar de unas vistas espectaculares.


Wadi Dissah es otro mundo: un cañón inmenso donde las palmeras crecen entre paredes de roca vertical. Aunque recorrerlo apenas lleva un par de horas, nosotros preferimos tomárnoslo con calma: hicimos un picnic a la sombra de las paredes del cañón, y dejamos pasar el tiempo disfrutando del lugar y las conversaciones. En Wadi Dissah viví uno de los momentos más hermosos del viaje, mientras observábamos pasar una caravana interminable de camellos. Una imagen que parecía sacada de un documental de National Geographic.


Por la tarde, Salem nos propuso adentrarnos en una zona montañosa de origen volcánico, perfecta para acampar bajo las estrellas. Hicimos una fogata, cocinamos pollo a la brasa, y dormimos bajo un cielo estrellado inigualable.


Hubo un momento en que dudé si hacer acampada libre en la montaña y tan cerca de la carretera sería seguro. Pero ver cómo Salem dejaba el coche con maletero abierto de par en par toda la noche, con tablets, material fotográfico y mochilas a la vista, me hizo entender que en Arabia Saudita la seguridad es algo real y cotidiano. A diferencia de Europa, donde no puedes dejar objetos de valor sin riesgo de robo, aquí nadie parecía preocupado. Arabia Saudí ha resultado ser aún más seguro de lo que ya esperaba. Al comentarlo con Salem, él se rió y nos explicó cómo a veces incluso se había dejado las llaves del coche puestas durante días en la calle sin que nada pasara.

 

Atardecer Tabuk

Atardecer en las montañas de Tabuk

Día 3 — Camino a Al Ula y las pinturas rupestres

El tercer día emprendimos el camino hacia Al Ula, haciendo una parada a medio camino en una curiosísima formación rocosa en forma de champiñón. Mientras tomábamos café árabe con cardamomo (y té, siempre uno tras otro, como manda la tradición), no pude evitar recordar nuestro viaje por el desierto blanco egipcio, por lo parecida que era esta roca al “champiñón” de aquel lugar. 

 

Otro de los grandes momentos del viaje fue descubrir las pinturas rupestres que adornan toda esta región. Grabados milenarios que dan testimonio del paso de antiguas caravanas de comercio, cuando esta era una de las rutas claves del incienso y la mirra. A lo largo de los tres días, fuimos descubriendo estos fascinantes vestigios, que nos recordaron cómo este desierto, que hoy parece olvidado, fue en su día un hervidero de vida y de historias.

Pinturas Rupestres Tabuk

Pinturas Rupestres en Tabuk

¿Merece la pena visitar la ciudad de Tabuk?

Sinceramente, para nosotros, no. Varias agencias nos propusieron alojarnos en Tabuk ciudad y hacer excursiones de un día desde allí, pero después de vivir la experiencia de dormir en el desierto, entre cañones y dunas, nos alegramos enormemente de nuestra decisión.


Viajar a Tabuk para quedarse en un hotel de ciudad sería, en mi opinión, desperdiciar la magia del lugar.

 

Tabuk

Precio y reflexión personal

Seamos claros: Tabuk no es barato. Nuestro viaje de dos días, incluyendo transporte en 4×4, guía privado, comidas y campamento, tuvo un precio de 765 EUR por persona. Y no parece que el desarrollo de NEOM vaya a abaratar las cosas en el futuro, sino todo lo contrario.

 

Ahora bien, después de haber comparado (veníamos de Wadi Rum en Jordania), puedo decir que Tabuk tiene un elemento diferenciador abismal:


  • Wadi Rum, por desgracia, está masificado, lleno de plásticos, y ha perdido parte de su encanto salvaje.
  • En cambio, el desierto de Hisma conserva su inmensidad, su fauna salvaje, y una sensación de inmensidad difícil de encontrar hoy en día.

Si estás pensando en venir… ¡no lo dudes! Para nosotros ha sido un viaje que ha superado con creces nuestras expectativas. 

Tabuk

Precio y reflexión personal

Seamos claros: Tabuk no es barato. Nuestro viaje de dos días, incluyendo transporte en 4×4, guía privado, comidas y campamento, tuvo un precio de 765 EUR por persona. Y no parece que el desarrollo de NEOM vaya a abaratar las cosas en el futuro, sino todo lo contrario.

 

Ahora bien, después de haber comparado (veníamos de Wadi Rum en Jordania), puedo decir que Tabuk tiene un elemento diferenciador abismal:

 

  • Wadi Rum, por desgracia, está masificado, lleno de plásticos, y ha perdido parte de su encanto salvaje.
  • En cambio, el desierto de Hisma conserva su inmensidad, su fauna salvaje, y una sensación de inmensidad difícil de encontrar hoy en día.

Si estás pensando en venir… ¡no lo dudes! Para nosotros ha sido un viaje que ha superado con creces nuestras expectativas.